Las acciones del líder en inteligencia artificial Nvidia (ticker NVDA.O) cayeron un 17% en una pérdida colosal de 593.000 millones de dólares en valor de mercado. La caída fue la mayor pérdida en un día de la compañía en la historia de Wall Street, señala LSEG. En comparación, la anterior caída récord de las acciones de Nvidia, registrada el pasado septiembre, fue de más de la mitad de esa cantidad.
Una sorpresa desagradable para Nvidia y sus inversores vino de la mano de la startup china DeepSeek. La empresa presentó un asistente virtual gratuito que utiliza chips más baratos y se conforma con menos datos. Esto puso en duda las expectativas de que la inteligencia artificial impulsaría la demanda en toda la cadena tecnológica, desde los fabricantes de microchips hasta los centros de datos.
Anteriormente, Nvidia, al igual que otras grandes empresas del sector tecnológico, se benefició del gran interés que despertaba la inteligencia artificial. Fue este optimismo el que contribuyó a la subida de la bolsa en 2024. Pero tan rápido como se disparó el mercado, igual de bruscamente sintió el golpe.
El impacto de los acontecimientos en el mercado bursátil fue notable:
Al mismo tiempo, el índice de volatilidad Cboe VIX, conocido como el «indicador del miedo» de Wall Street, subió notablemente, reflejando un mayor nerviosismo en el mercado.
Los expertos señalan que la caída de las acciones de Nvidia podría deberse no sólo a los desafíos externos ante DeepSeek, sino también a la sobreestimación de las expectativas de los inversores. La caída de las acciones del S&P 500 se ha convertido en la mayor desde principios de año, y la creciente volatilidad indica que el mercado está entrando en un periodo de mayor volatilidad.
Cuánto durará esta tendencia sigue siendo una incógnita. Sin embargo, una cosa está clara: el mundo de la inteligencia artificial sigue sorprendiendo y desafiando incluso a sus líderes.
En medio de las crecientes tensiones en el sector tecnológico, las acciones de varias grandes empresas registraron importantes caídas. Microsoft (MSFT.O) perdió un 2,1%, Alphabet (GOOGL.O), matriz de Google, cayó un 4,2% y el fabricante de hardware para servidores de inteligencia artificial Dell Technologies (DELL.N) se desplomó un 8,7%.
La caída no perdonó a los operadores de centros de datos, considerados un eslabón importante en el desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial. Por ejemplo, las acciones de Digital Realty (DLR.N), uno de los mayores actores de este mercado, cayeron un 8,7%.
La tendencia negativa también se extendió a las empresas energéticas, que desempeñan un papel clave en la alimentación de los centros de datos de alto consumo energético. Las acciones de Vistra (VST.N) cayeron un asombroso 28,3%. El sector, que antes se consideraba prometedor gracias al auge de la tecnología de inteligencia artificial, se enfrenta ahora a retos inesperados.
Esta semana, la atención de los inversores se centra en los resultados trimestrales de los principales actores tecnológicos. Entre los que informarán próximamente se encuentra Microsoft, lo que hace que sus acciones sean especialmente interesantes para los observadores del mercado.
De igual interés es la Reserva Federal (Fed), que se prepara para anunciar su primera decisión del año sobre las tasas de interés. La mayoría de los expertos pronostican que las tasas se mantendrán en los niveles actuales. Se espera que esta decisión se anuncie el miércoles, y puede influir en el comportamiento posterior de los mercados.
El volumen de negociación en las bolsas estadounidenses alcanzó los 17.390 millones de acciones, muy por encima de la media de los últimos 20 días (14.909 millones de acciones).
La bolsa Nasdaq mostró un desequilibrio, con 1.839 acciones que subieron de precio mientras que 2.641 bajaron. Esto arroja una relación de descenso/crecimiento de 1,44 a 1, lo que pone de relieve el sentimiento negativo de los inversores.
En medio de las turbulencias en el sector tecnológico y a la espera de acontecimientos clave como los informes empresariales y la decisión de la Reserva Federal, los mercados se encuentran en un estado de nerviosismo. Las perspectivas para los próximos días siguen siendo confusas y los inversores buscan señales de decisión.
El sector tecnológico vive una segunda jornada de desaceleración mundial provocada por el lanzamiento del modelo chino de inteligencia artificial de bajo coste. Los inversores han empezado a dudar de las exorbitantes valoraciones y del liderazgo sostenible de los gigantes del sector, desencadenando una oleada de ventas desde Tokio a Silicon Valley.
El lanzamiento de la startup DeepSeek fue el catalizador de una caída masiva de las cotizaciones de las empresas tecnológicas de todo el mundo. La popularidad de la nueva tecnología, que ofrece soluciones de IA asequibles, ha llevado a una reevaluación de las posiciones de los inversores y a un aumento de las tensiones en los mercados mundiales.
Las empresas japonesas se han visto sometidas a una intensa presión en medio de la caída mundial de los valores tecnológicos. El fabricante de equipos de pruebas de chips Advantest (6857.T), proveedor de Nvidia, cayó un 10% el martes tras perder otro 9% el lunes.
Otro damnificado fue el fabricante de equipos para chips Tokyo Electron (8035.T), que cerró con una caída del 5,3%. SoftBank Group (9984.T), conocido por sus inversiones en empresas tecnológicas emergentes, también se vio afectado, y sus acciones cayeron un 6%.
El mercado mundial de semiconductores también sufrió el golpe. El índice Philadelphia Semiconductor Index (.SOX) registró una caída del 9,2%, su mayor descenso desde marzo de 2020. La difícil situación del sector puso de manifiesto su vulnerabilidad ante los retos que plantea el cambio de expectativas en torno a la inteligencia artificial.
Durante el periodo, los mercados de Corea del Sur y Taiwán permanecieron cerrados debido a las celebraciones del Año Nuevo Lunar, lo que frenó parcialmente la propagación de las turbulencias en la región.
La caída masiva de la renta variable en el mercado volvió a exacerbar las dudas sobre la elevada concentración de empresas tecnológicas en las carteras de inversión. Según los expertos, la elevada dependencia de los índices bursátiles de un pequeño número de líderes de la IA se ha convertido en una importante fuente de riesgo.
«La venta masiva actual pone de relieve que las valoraciones de muchas empresas tecnológicas y de IA son tan elevadas que no hay margen de error», comentó David Bahnsen, director de inversiones de The Bahnsen Group.
También señaló que la gran proporción de valores tecnológicos en los índices y carteras de los inversores ha sido durante mucho tiempo un problema de infravaloración.
La caída de las acciones de las principales empresas tecnológicas señala el comienzo de una nueva ola de concienciación sobre los riesgos del mercado. El lanzamiento de tecnologías asequibles como DeepSeek no sólo puede cambiar las reglas del juego, sino también hacer que los inversores reconsideren sus estrategias.
Mientras los mercados esperan una estabilización, los expertos advierten: la elevada concentración de activos en un sector podría provocar pérdidas aún mayores si continúa la oleada de ventas masivas.
Durante el último año y medio, el revuelo en torno a la inteligencia artificial ha provocado una afluencia de capital sin precedentes en las empresas tecnológicas, llevando sus valoraciones a máximos históricos. Sin embargo, la repentina oleada de ventas ha demostrado que ni siquiera los grandes nombres del mercado de la IA son inmunes a los desafíos de la competencia.
El martes fue otro día duro para la IA y las empresas de infraestructuras de centros de datos. El conglomerado malasio YTL Power (YTLP.KL) perdió un 7,5% en bolsa, marcando la tercera sesión consecutiva con un fuerte descenso. Esto pone de relieve que la presión del mercado no sólo se deja sentir en EE.UU., sino también en otros mercados asiáticos clave.
Las empresas de centros de datos se vieron afectadas porque los inversores empezaron a reevaluar el valor de los activos relacionados con la inteligencia artificial.
En medio de toda esta inestabilidad, todas las miradas están puestas en la startup DeepSeek, que ha sido un catalizador del cambio. El mes pasado, los investigadores de la empresa presentaron el DeepSeek-V3, un modelo construido con chips H800 de Nvidia de menor rendimiento. Los costes de desarrollo de este modelo ascendieron a sólo 6 millones de dólares, una cifra significativamente inferior a la de los competidores occidentales.
Los expertos afirman que el éxito de DeepSeek fue un importante recordatorio: la competencia en el ámbito mundial de la IA es cada vez mayor, e incluso líderes como Nvidia podrían perder terreno.
Charu Chanana, estratega jefe de inversiones de Saxo, subrayó que las acciones de DeepSeek demuestran que la innovación es posible incluso a bajo coste.
«Al construir potentes modelos de IA en hardware menos costoso y avanzado, DeepSeek desafía las grandes inversiones de los gigantes tecnológicos estadounidenses en infraestructuras caras. Esto cuestiona la sostenibilidad de su estrategia a largo plazo», señala Chanana.
Este planteamiento suscita dudas sobre la justificación de las inversiones multimillonarias realizadas por las corporaciones tecnológicas occidentales y hace que los inversores se cuestionen si sus valoraciones son realistas».
Esta semana, la atención del mercado se centra en los próximos informes de los gigantes tecnológicos. Los ejecutivos de las grandes corporaciones tratarán de calmar el nerviosismo de los inversores y reforzar la confianza en las perspectivas de crecimiento.
Sin embargo, los interrogantes sobre la dinámica futura de la IA siguen abiertos. DeepSeek ha demostrado que no siempre hacen falta inversiones colosales para triunfar en este sector. Esto abre la puerta a nuevos actores y ejerce una presión adicional sobre los líderes actuales.
El lunes, las acciones estadounidenses del sector de la energía, los servicios públicos y el gas natural experimentaron importantes caídas, convirtiéndose en algunas de las más alcistas del día. El motivo fue la nueva tecnología de inteligencia artificial presentada por la startup china DeepSeek, que ha puesto en duda las previsiones de aumento de la demanda de electricidad en Estados Unidos.
Hace tan solo un año, las empresas energéticas se encontraban entre las que mejor rendimiento obtenían en el índice S&P 500, gracias a las expectativas de un fuerte crecimiento de la demanda. Estas predicciones se basaban en un aumento previsto de la necesidad de centros de datos de alto consumo energético necesarios para ampliar las soluciones de IA.
Sin embargo, el nuevo desarrollo de DeepSeek ha provocado una revisión de estas expectativas. La startup china ha desarrollado un modelo de IA rentable que requiere menos recursos y menos tiempo para entrenarse. Este enfoque podría conducir a una reducción de los requisitos generales de energía y a un crecimiento más lento de los costes de infraestructura tecnológica.
Según los analistas, el éxito del modelo DeepSeek podría ser el punto de partida de un cambio global en la demanda de energía.
«Si las grandes empresas adoptan las eficiencias inherentes a este modelo de código abierto, podría reducir significativamente la demanda de energía en el sector informático», afirman los analistas de Evercore ISI en un comunicado.
La velocidad de desarrollo del modelo también fue un factor importante, ya que DeepSeek consiguió crearlo en menos de dos meses y sus costes de formación fueron significativamente inferiores a los de soluciones similares utilizadas en Estados Unidos.
Los expertos señalan que la adaptación de las tecnologías de DeepSeek puede conducir a una adopción más rápida de soluciones similares en las empresas estadounidenses. Como subraya el analista Heard, si estos modelos se generalizan, acelerarán el desarrollo de las tecnologías de inteligencia artificial, pero también crearán una seria presión sobre las empresas especializadas en el sector energético.
«Si las empresas estadounidenses empiezan a integrar esta tecnología y a adaptar sus algoritmos, se producirá una reducción aún mayor de la demanda de electricidad», afirmó.
La caída no sólo ha afectado a las empresas energéticas, sino también a los productores de materias primas asociadas a la generación de electricidad. Los inversores, preocupados por un posible descenso del consumo de recursos, empezaron a deshacerse en masa de acciones de empresas de este segmento.
Sin embargo, la cuestión sigue abierta: hasta qué punto será grave el impacto de DeepSeek en el mercado mundial y si podrá catalizar un nuevo enfoque tecnológico. En las próximas semanas, la atención de los inversores se centrará en la posible reacción de las empresas estadounidenses y su disposición a adaptarse a los nuevos retos.
En medio de las expectativas de aumento de la demanda de gas natural como recurso clave para la generación de energía de la IA, Constellation realizó una compra de alto perfil a principios de este mes. Adquirió el productor privado de gas natural Calpine Energy por $16.400 millones, una de las mayores operaciones energéticas estadounidenses de la historia.
La compra reflejaba la esperanza de que el consumo de gas siguiera aumentando para sostener los centros de datos de alto consumo energético. Sin embargo, la inesperada caída de los precios de las acciones del sector ha planteado dudas sobre la justificación de tales inversiones.
En una oleada de turbulencias, las acciones de los productores de gas natural, que sigue siendo el principal combustible para la generación de electricidad en EE.UU., también se vieron afectadas.
EQT Corp (EQT.N), el mayor productor independiente de gas natural, vio caer su cotización un 9%. También estuvo bajo presión Midstream Energy Transfer (ET.N), operador de infraestructuras de transmisión de gas natural, que antes anunció solicitudes de conexión de decenas de centros de datos. Aún así, eso no ayudó a la empresa a evitar la caída: sus acciones bajaron alrededor de un 7%.
Los expertos atribuyen la caída a dos factores principales:
La situación preocupa a los participantes en el mercado. Muchos están a la espera de nuevos comentarios de los ejecutivos de las empresas y de los analistas que puedan aclarar cómo piensan adaptarse a los cambios los principales actores.
La cuestión sigue siendo si el acuerdo con Constellation será un avance estratégico a largo plazo, o si resultará ser uno de los mayores riesgos de sobrevaloración del sector energético estadounidense.
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